Artista de pintura inconfundible, de trazos fuertes y colorista, Vela Zanetti supo reflejar los colores dorados de los campos de Castilla. En sus obras cobraban protagonismo los paisajes, bodegones y retratos, así como sus particulares versiones de mitos nacionales, logrando dotar a las figuras de gran protagonismo e imprimiendo, sobre todo en las manos, un marcado carácter monumental.
Pintor apasionado por la figura humana, sus pinceles dieron vida a todo tipo de personajes, desde los más anónimos como los indígenas con los que convivio en el exilio y los campesinos de su querida Castilla hasta personajes históricos como el Cid.
Nacido el año 1913 en la localidad burgalesa de Milagros, siendo niño se traslada con sus padres a León, ciudad donde se inicia en el dibujo de la mano de su profesor de instituto Lucas Pérez Morales. Con diecisiete años realiza su primer viaje a Madrid lo que fue definitivo para afianzar su vocación de pintor, conociendo al crítico e historiador Bartolomé Cossío que le introduce en la historia del arte español, además de familiarizarse con la gran pintura mural. Así mismo le pone en contacto con el pintor y pedagogo José Ramón Zaragoza, en cuyo taller ingresa.
A principios de la década de los treinta realiza sus primeras exposiciones en León y recibe el primer encargo mural que realiza en la Casa del Pueblo. Pocos años después hace su primer viaje a Florencia becado por la Diputación de León donde descubre los grandes murales del Renacimiento y donde estudia el monumentalismo de la pintura de Mantegna y de Piero della Francesca.
El estallido de la Guerra Civil sorprende a nuestro protagonista en Lisboa, pocos meses después viaja a Madrid y se alista en el ejército Republicano donde se hace cargo de las revistas para los combatientes, además de las propias tareas militares, siempre con el recuerdo de su padre que fue ejecutado en los primeros meses del alzamiento. Acabada la guerra se exilia en el continente americano.

Vela Zanetti pintando los murales Logia Cuna en la República Dominicana / Cortesía de Fundación Vela Zanetti
Su primer destino es la República Dominicana donde irá forjando su faceta de muralista. Entre 1947 y 1949 realiza en la iglesia de San Cristóbal su mayor conjunto mural, obra que se verá reconocida con la concesión de la beca John Simón Guggenheim consistente en la realización en la sede de la ONU del mural “La Ruta de la Libertad”. Concebida con la intención de condenar el holocausto nazi, acabó siendo una reivindicación de la paz frente al racismo y la violencia.
A finales de la década de los cincuenta se traslada a México donde pinta obras maestras como la que realiza en el Palacio de Don Juan Manuel y entabla una sólida amistad con el muralista Rufino Tamayo. Terminada su experiencia americana realiza otro viaje a Florencia antes de instalarse definitivamente en su pueblo natal.
En esta nueva etapa de su vida artística retoma la pintura de caballete sin abandonar al arte mural y expone en repetidas ocasiones en Burgos, León, Madrid, Valladolid, Valencia y Alicante, destacando por encima de todas la exposición que realiza en el Círculo de Bellas Artes en 1963, por la que será reconocido con la Medalla Eugenio D’Ors a la mejor exposición del año. Su faceta muralista se intensifica durante los siguientes veinte años y concretamente la ciudad de León se verá beneficiada de su extensa obra pictórica con la realización de murales en el Ayuntamiento, la iglesia de Jesús Divino Obrero o el Hotel Conde Luna, así como en la localidad de La Robla, por citar sólo algunos. También realiza los murales de “El Cid” y “La Fundación Castilla” en Burgos y en el Banco Central de Madrid.
En 1985 ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 1987 se constituye en León el patronato de la Fundación Vela Zanetti, donde se recoge una muestra muy significativa de la obra de este autor burgalés de nacimiento y leones de adopción. Fallece el 4 de enero de 1999 en el Hospital General Yagüe de Burgos.
En la actualidad se puede realizar una ruta por la ciudad de León que permite admirar algunas de las obras más interesantes de este “pintor de campesinos”, como el mismo se definió, y cuyo propósito fue siempre romper el esquema superficial, según sus palabras textuales. Ruta que se inicia en el Museo Vela Zanetti para continuar por la Iglesia de Jesús Divino Obrero, el Centro de Idiomas de la Universidad de León, el Instituto Leonés de Cultura, el Hotel Conde Luna, el Ayuntamiento de León, el Colegio Leonés y el Colegio HH. Maristas. Más información: Fundación Vela Zanetti.
Su obra puede ser admirada también en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en el Museo de la Real Academia de San Fernando de Madrid, en el Museo Guggenheim de Nueva York, en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México, en el Museo de Santo Domingo y en el Museo de la Universidad de Santiago de Chile, entre otros.
Entre los galardones y premios que recibió a lo largo de su carrera artística están la Medalla de Oro de la República Dominicana en 1944, el premio de la Fundación Guggenheim en 1952, la Medalla de Oro de la Asociación Española de Críticos de Arte en 1964 y el Premio Castilla y León de las Artes en 1987. (Destino León)
Foto de portada: José Vela Zanetti

Siesta, José Vela Zanetti