La villa de Laguna de Negrillos fue repoblada por el Adelantado de Extremadura Fernán Fernández en 1206 o poco antes.
Ya se conoce su existencia tiempo atrás, en el siglo X se menciona la localidad de «Lacuna», así como el Monasterio de Negrillos en 1085, y ya explícitamente «Laguna de Nigrellis» en 1188.
Desde el siglo XIV perteneció a los Quiñones, señores de Luna. El castillo (y las murallas) se ubica en el casco urbano de Laguna de Negrillos, de buena fábrica, consta de torre del homenaje y recinto fortificado. Posiblemente en uno de los lados cercano al río, se pudo desviar el agua para un posible foso actualmente no visible. Ocupa una extensión de 10.000 m. cuadrados.
Del siglo XIII se advierte la base de los muros, un cuadrado de 26 metros, con un ángulo redondeado hacia el sureste, un macizo enorme hacia poniente y arranques de otros muros hacia el este; todo ello es de cal y canto.
A finales del siglo XIV el adelantado Mayor de León Diego Hernández de Quiñones y su esposa Dª María de Toledo poseyeron la villa y se reedificó el palacio, tal y como se advierte en los escudos que se localizan en sus muros.
El cuadrado del recinto primitivo se levantó con obras de mampostería y se añadieron pequeños cubos en los ángulos sudeste y suroeste, una torre hacia el nordeste y un enorme torreón en el noroeste. La edificación se distribuye en cinco pisos y el acceso es a través de un arco a la altura de los adarves, con arquivolta hecha de granito.
En el lienzo se abren pequeñas ventanas de arco redondo, apuntado o trebolado a las que se unen otras ventanas de mayor tamaño en el ámbito del Alcáraz abiertas más tarde.
El conjunto está bastante deteriorado. (Patrimonio de CyL)