Sede episcopal ya documentada en el siglo III y con el título de Apostólica. Anterior a la actual existió en el mismo solar una catedral románica consagrada en el año de 1069, reformada en tiempos de Alfonso XI y concluida a mediados del siglo XIII, de la que restos de sus naves se pueden apreciar en la pintura del «Milagro de la Majestad», de comienzos del siglo XVII, en la capilla absidal del evangelio. Era muy similar a las catedrales de Zamora y Ciudad Rodrigo.

La existente comenzó a ser edificada a partir de la cabecera en el siglo XV (1471-1525), continuaron los tramos orientales de las naves durante el siglo XVI, en que también se levantaron las capillas extremas que provocan un artificial crucero (1550-1557) y las capillas hornacinas correspondientes (mediados del XVI), así como la portada sur (1551); los tres últimos tramos son ya del siglo XVII y las torres del XVII y XVIII, concluido el chapitel de la sur en el XX. La portada y el hastial occidental con toda su decoración son obra del XVIII. Prevaleció el estilo gótico en sus diversas variantes en las naves y capillas, el renacimiento en la portada sur y el barroco en la fachada principal.

Se desconoce el autor de las trazas del edificio original siendo relacionado con la catedral de Sevilla, aunque parece más acertada la opinión que defiende la paternidad germánica y posibles vínculos con Juan de Colonia y su hijo Simón de Colonia, ambos artífices de la catedral de Burgos, y el segundo visitador de la obra a comienzos del siglo XVI.

Las obras de la mitad de esta centuria se pueden atribuir a Rodrigo Gil de Hontañón, también presente en la ciudad entonces. Documentados como maestros de la obra en las décadas siguientes aparecen, primero, Juan Alvarado y, después, Juan de Alvear (m. 1592). En el siglo XVII constan Pedro Alvarez de la Torre (ya en 1598), Francisco de la Lastra Alvear (m. 1683) y Manuel de la Lastra Alvear (m. h. 1708); a éste último le sucedió Pablo Antonio Ruiz.

Catedral de Astorga

Catedral de Astorga

La iglesia tiene planta basilical de tres naves más capillas entre los contrafuertes, con sendos adoratorios a modo de crucero marcados al exterior; por cabecera tres ábsides poligonales y en los pies, fuera del nivel de las naves como en León, torres cuadradas con chapiteles empizarrados. Se cubre con bóvedas de crucería de gran variedad y por soportes cuenta con pilares abaquetonados sin capiteles que se prolongan en los nervios de las bóvedas.

El claustro, neoclásico, se construyó en 1755 siendo obra del arquitecto Gaspar López; al año de 1772 pertenece la sacristía, obra de José Francisco Terán.

Entre las obras artísticas más notables del templo destacan la imagen románica de Nuestra Señora de La Antigua, la sillería del coro, de los siglos XV y XVI, el retablo mayor romanista de Gaspar Becerra (S. XVI) y una Inmaculada de Gregorio Fernández (S. XVII). En el importante museo descuellan la arqueta de arte «asturiano» de Alfonso III el Magno (S. X) y el «Lignum Crucis» del S. XIII. (Javier Rivera Blanco (Patrimonio de CyL))