El yacimiento arqueológico situado en Castrocalbón de El Castro, la Ermita y el Palacio se ubica a lo largo de una paramera cortada por los valles del río Eria, cuyas aguas discurren a unos 950 m al S del enclave, y del reguero de San Ambrosio, sita 100 m al NE del yacimiento.

Dichos cursos han modelado la plataforma, confiriéndole a su extremo un perímetro trapezoidal con su base mayor al NO y la más angosta al SE, cuyas laderas describen una abrupta pendiente en todas direcciones excepto hacia el NO.

La cima amesetada, completamente llana, alberga los restos de dos antiguos recintos defensivos, diacrónicos en su vigencia, además de una necrópolis y la Ermita de Nuestra Señora que permanece en culto y en buen estado de conservación.

El lugar se encuentra en erial y con una tupida vegetación herbácea, en la que no se han documentado materiales arqueológicos.

El enclave presenta una dilatada ocupación temporal desde momentos romanos (como se indica con la presencia de tégula y cerámica, así como de una moneda de plata de momentos de Adriano según cita M. Descosido -1977: 42-).

Hasta esta cronología se podría retrotraer la fortaleza, delimitada por un foso de sección trapezoidal que divide el extremo SE del resto de la plataforma perimetral por un muro terrero encofrado en argamasa de cal y canto, de un grosor medio de 109 cm, conformando un trapecio cuya base mayor se sitúa en el NO, con una longitud de unos 35 m, mientras que la menor contaría con unos 17 m y estando separados entre si, por unos 50 m.

Este espacio presenta, además, restos de un aljibe al interior del recinto. La cisterna se encuentra muy deteriorada por la zarzera de una bodega abierta durante la 1ª mitad del siglo XX. (Patrimonio CyL)