El Club Xeitu acaba de publicar el libro ‘Toponimia de Lumajo’, obra de Nuria Ménguez Rodríguez y premio del III Concurso de Recogida de Toponimia ‘Concha de Lama’, convocado el pasado año por esta entidad cultural en colaboración con el Instituto Leonés de Cultura

León – 27 JUL 2015 – Redacción

El libro que ahora ve la luz aporta numerosos nombres de enclaves de este pequeño pueblo lacianiego, Lumajo, con curiosidades como la leyenda del gato que escapó y una mujer del pueblo lo llamaba a la voz de “muxi ven, muxi ven”, la cual explicaría el origen del pico más alto, el Muxivén, uno de los más emblemáticos del valle de Laciana. También diferentes pasajes y protagonistas de la historia, como los vaqueiros de alzada que dieron origen a la población, o las seculares disputas de los lugareños con los Condes de Luna por los ‘aros de vecera arriba’, tienen cabida en las 156 páginas del libro, iluminadas con mapas y fotografías.

Los vestigios mineros tienen presencia también, con su memoria extendida a la toponimia como en el paraje El Sexto, así conocido por ser uno de los pisos del grupo minero Lumajo de MSP, uno de los primeros en ponerse en explotación en la cuenca de Villablino hace casi un siglo. La tradición oral aporta distintas revelaciones y datos curiosos, como el posible origen del pueblo en lo que hoy son las ruinas de El Navariego, o el topónimo de El Asiento del Cura, en referencia a una piedra que los antiguos dicen tiene forma de tal.

Lumajo-Laciana

Otros topónimos como Penas Albas, el puerto de La Almozarra, el pascón del Tarabelo, la Cueva del Vatse, el prado del Xarolo o la Fuente Papanenos, han sido recogidos, documentados y ordenados por Nuria Ménguez, junto con las abundantes lagunas de la localidad, como las del Barroso, las Borras o los Bueis, o el Salto del Agua, una impresionante cascada de casi veinte metros que da la bienvenida al visitante poco antes de llegar a la localidad.

Entre las más llamativas curiosidades del libro están las anotaciones del diario de la visita que el estadounidense Alan Lomax, uno de los más importantes recopiladores de música popular del siglo XX, hizo al pueblo en 1952. Lomax anotó cómo “había una pequeña carretera con una empinada subida de cinco kilómetros que atravesaba un puente. Contra los picos grises aparecía una hilera rala de casas de una aldea. La calle principal estaba embarrada, las casas eran como salidas de la edad media. Había diminutos graneros sobre pilastras de piedra surgidos de un vago pasado celta. La gente era muy ágil, melancólica e inteligente, como los escoceses. El alcalde dijo, de entrada, que no había buenos cantantes, y tenía razón. Había un extraño y lunático chico rubio que estaba tan delgado que se le caía la ropa, tan alejado de la realidad que no sabía que se estaba quedando ciego y que su acordeón era el más desafinado desde Adán…”

La publicación que ahora ve la luz es el quinto título de la colección del Club Xeitu dedicada a la toponimia de la montaña occidental astur-leonesa, y ha sido posible gracias a la colaboración de numerosos vecinos y familiares de la joven Nuria Ménguez. Nacida en Lumajo en 1991, esta técnico superior de Admininistación y Finanzas, que estudia actualmente Derecho en la UNED, se animó a recopilar y difundir los nombres de los parajes de su pueblo para evitar su desaparición y olvido por las nuevas generaciones.