El 3 de mayo de 2013 abrió sus puertas en León la galería de arte Ángel Cantero, y coincidiendo con la celebración del V Aniversario de la galería, el próximo viernes se inaugura en este espacio la exposición del artista internacional Cristóbal Pérez García, conocido artísticamente como Toval. Este pintor malagueño residente en Murcia se encuentra en un momento de actividad trepidante, la semana pasada inauguró una exposición individual en Tarragona, y el día 4 de mayo llegará a León para abrir la exposición que nos ocupa; y, en el mismo mes de mayo, también participará en la Affordable London Hampstead Art Fair, tres exposiciones simultáneas en las que este artista muestra su amplio repertorio paisajístico.
Cristóbal Pérez García – Toval
Cristóbal Pérez nació en Álora (Málaga), es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Alonso Cano de Granada en pintura y escultura, y actualmente compagina su actividad artística con la docencia como profesor de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Murcia. Su trayectoria profesional acumula numerosos premios y distinciones, que ha obtenido en concursos y certámenes nacionales e internacionales, y sus pinturas han recorrido galerías, museos y fundaciones dentro y fuera de España: Berlín, Washinton D.C., Nueva York, Edimburgo, París, Toulouse, Londres…
Toval es un pintor muy purista que en su obra persigue las sensaciones del paisaje captadas con la luz natural, que disfruta al captar la luz del momento, como lo hacía Soroya. Toval también es un periodista del color, sus composiciones nacen del natural y del análisis de lo que percibe, tanto en sus paisajes urbanos como rurales, y se mueve con igual soltura representando el cromatismo en la vegetación de Andalucía, el horizonte del mar, o un cielo de Nueva York.
En palabras de Javier Cerezo, a propósito de una exposición de Cristóbal Pérez:
Su obra tiene aún referencias de la pintura española noventayochista. Ese carácter lumínico está profundamente enraizado con la tradición Española que desde Velázquez aflora una y otra vez insumergible, mostrando perenne el carácter simbólico que hay en la aparente y superficial mirada de la llamada obra naturalista. Un color básico domina el cuadro de Cristóbal Pérez. Un color que abarca por igual a todos los edificios, objetos y seres. Las obras de nuestro artista son españolas en sí mismas y además por el inventario de sus paisajes. Desplazando su interés del pasado al futuro y ampliando sus horizontes en lugar de encerrarse en el tópico, Pérez huye de la estampa, del pastiche, de la visión romántica del paisaje. A sus pinturas les gusta “la animalidad y la materia”, como dijo José Ortega y Gasett a cerca de la obra de Zuloaga. Cristóbal Pérez pinta siempre paisajes en decadencia, sus urbanos son austeros y místicos, graves, pintados sobrios, fuertes y austeros, con un rico y severo claroscuro.
¿Hasta dónde participan los pintores naturalistas y realistas del paisaje, como perpetuadores de la tradición académica del siglo XIX, en los movimientos de pintura moderna, de pintura contemporánea?

Toval: Sin título. Óleo sobre lienzo, 146 x 89 cm
La naturaleza, lo existente, el “mundo exterior de realidades” produce un efecto estético, como observó Emmanuel Kant. Este, sin embargo, coloca lo “bello natural” delante de lo “bello artificial”. Cristóbal Pérez difiere de esta valoración aunque nunca lo haya declarado expresamente. Sin embargo, la elección de sus temas no deja duda: su obra discurre al margen de una “naturaleza inocente”. La interrelación del hombre en el paisaje convierte sus construcciones en una nueva “naturaleza” ante las cuales el ser humano, su diminuta figura, aparece siempre pequeña e intrascendente frente a sus propias creaciones.
La actividad cotidiana impide reflexionar sobre las causas y motivos profundos de nuestra vida, pero en un momento inesperado, concreto e íntimo surge incontenible la contradicción: el espacio exterior es también el espacio interior. Edificios cortados y perspectivas insólitas atraviesan las capas paralelas del cuadro e introducen violentas diagonales siguiendo a Edgar Degas y Edward Hopper. Pérez observa a distancia, se retira de los cuadros y hasta parece renunciar a la firma con un pseudónimo, Toval. Su obra se caracteriza por la sospecha de que el motivo de su pintura no es el retrato del lugar, como hecho momentáneo, sino de la pintura como proceso. Cristóbal es un pintor al aire libre, evita el mero proceso de repetición porque, de acuerdo con Walter Benjamín, todos los procesos de reproducción tienen en común lo que él llamaba la “pérdida del aura”.
Como escribió José Francés (1883-1964) acerca de Sorolla: “si la entrada de la luz y el aire libre en la pintura española era tan necesaria como abrir la ventana en la habitación a un enfermo de los pulmones, igual de preciso lo es hoy”. Cristóbal Pérez desarrolla su propio estilo personal tanto a nivel formal como conceptual: su luz es muy visible, a veces estridente, sus sombras son muy amplias, llenas de contenido. En los paisajes urbanos de Pérez vemos elementos que proclaman la extensión de la naturaleza en un estado casi romántico hasta la civilización. La luz de sus cuadros otorga a sus paisajes la percepción de un movimiento continuado. La luz representa siempre la última e invencible batalla de la naturaleza. Los rayos chocan y penetran contra los edificios construidos por los hombres. Los márgenes y las aristas duras de sus edificios iluminados muestran que la reconciliación entre el hombre y la naturaleza, está lejos.
Exposición de pintura: Cristóbal Pérez García – Toval – Del 4 al 29 de mayo.
Galería Ángel Cantero
C/ Juan Madrazo, 25 – Bajo / 24002 León
Tfno 987 24 23 54
– Horario:
– Lunes a viernes de 18:30 a 21:30 horas.
– Sábados de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas
www.angel-cantero.com
Foto de portada: Toval. Tráfico en una mañana de domingo. Óleo sobre madera 100 x 100 cm