A la salida de León, en el Camino de Santiago y a la vera del río Bernesga, se levanta el que fuera convento de la Orden de Santiago, erigido para atender a los peregrinos jacobeos y en la actualidad destinado a funciones hosteleras.
Sus orígenes se remontan al siglo XII en que la reina doña Sancha fundó un templo y un hospital para pobres y peregrinos regentado por canónigos regulares de San Agustín. En 1176 pasó a la Orden de Santiago convirtiéndolo en casa mayor del Reino de León.
El edificio actual se comenzó en 1514 en que el rey don Fernando el Católico otorgó 300.000 maravedís anuales para la fábrica; los planos fueron redactados por el arquitecto de la Orden en Alcántara, Pedro de Larrea, y Juan de Orozco se encargó de las obras entre 1515 y 1539 perteneciendole la iglesia en una de cuyas hornacinas de la fachada principal dejó su firma «Orozco me fecit». Le sucedió Martín de Villarreal (1539-1543) que elevó todo el cuerpo de la fachada principal hasta la puerta con la colaboración de numerosos escultores y canteros como Juan de Juni, Esteban Jamete, Juan de Angés, Guillén Doncel, etc.; paralelamente Juan de Badajoz el Mozo construyó parte del claustro, la sacristía y otras dependencias.

Iglesia del convento de San Marcos, León
En 1566 se detienen los trabajos por abandono del lugar por los santiaguistas que no retornan hasta 1602, aunque en los años anteriores a esta última fecha habían encargado nuevas obras a Juan del Ribero Rada y sus aparejadores; a partir de 1615 se construye la escalera y varias habitaciones; en 1679 se concluye el claustro principal. Entre 1711 y 1716 Martín de Suinaga construye desde la puerta hasta el torreón del río, con las dependencias posteriores incluido el claustro de la hospedería, con la colaboración de los escultores Bibero y Antonio y Pedro de
Valladolid, éste seguramente con participación directa en el proyecto a juzgar por su traza no realizada que se conserva en el Archivo Histórico Nacional.
Desamortizado el edificio en el XIX cumplió diversos usos, como colegio de Escolapios; en 1892 pasa al ministerio de Guerra y hasta 1961 cumple misiones de cuartel, cárcel y depósito de sementales. Finalmente se rehabilita para Parador de Turismo.
La iglesia es gótica; tiene su fachada entre dos torres sin concluir cobijando la puerta bajo un gran arco de medio punto con terraza encima y por toda ella campean signos santiaguistas. El interior es de una nave con capillas entre contrafuertes, crucero y ábside poligonal; desde el brazo norte de aquél se accede a la escalera y sacristía de dos piezas, obras platerescas de Juan de Badajoz el Mozo. La fachada principal muestra el lado oriental, igualmente plateresco, de dos plantas y con sus muros llenos de relieves y medallones de gran calidad; el resto de la misma se hizo ya en el período barroco, pero siguiendo la «unidad formal» de lo antiguo, excepto en el torreón. El conjunto muestra un complejo programa iconográfico de exaltación a los intereses culturales y benéficos de la Orden de Santiago y de la monarquía hispánica. El claustro procesional, plateresco y acabado en el barroco siguiendo también el primitivo estilo, reitera idénticos mensajes simbólicos. Destacables son también la sala capitular, con un artesonado plateresco y la escalera clasicista. El claustro de la hospedería fue anulado para convertirlo en comedor.

Claustro del convento de San Marcos, León
En el claustro, sala contigua a la iglesia y sacristías se expone las más importantes piezas del Museo Arqueológico Provincial con excepcional colección prehistórica, numismática, epigráfica romana y vadiniense, mosaicos romanos, obras prerrománicas como la cruz de Ramiro II (S. X), muestras románicas como el Cristo de Carrizo (S. XI), el Calvario de Corullón (XII), relieves del monasterio de Sahagún (S. XI y XIII), retablo de San Marcelo (S. XIV), obras de Juan de Juni (XVI), el San Francisco de Carmona (XVIII), Isabel II por Madrazo (XIX). También es excelente la sillería del coro, obra de Doncel, Juni, Angérs, etc. (S. XVI). Javier Rivera Blanco (Patrimonio CyL)