En el catastro de la Ensenada se hace referencia a la localidad declarando a sus gentes de estado de nobleza de hidalguía de heredad y el lugar ser de realengo.

En diversas localidades de la provincia de León se alzan unas torres cilíndricas, de unos 8 metros de diámetro interior, gruesos muros, construidas de mampostería, con varios pisos y remate en andén y en almenas.

Así las localizamos en Puebla de Lillo, La Vecilla, en Valdelugueros o la de Canseco. Pocos son los restos que nos quedan del antiguo torreón medieval consignado en las capitulaciones de 1206, ya que está semiarruinado.

Se localiza a la entrada del pueblo; el cuerpo principal lo compone un torreón de planta circular, de unos 8 metros, de diámetro, con gruesos muros de mampostería con argamasa.

Está arruinado, no pudiéndose apreciar puerta ni vanos.